Isidro SÁNCHEZ

(actif en 1906)

Jean-Claude SEGUIN VERGARA

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Isidro Sánchez.

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Isidro Sánchez, formado por los Gimeno, consigue un reconocimiento en su trabajo de explicador u orador. Trabaja en el Teatro del Liceo de Salamanca en 1906:

Cinematógrafo Liceo
Sigue en el coliseo de la calle de Toro el espectáculo de moda haciendo su campaña y ganando el favor del público.
En él he notado que fuera de muy variados artistas presentados, hay algo que entusiasma á los espectadores y les atrae sobremanera por su labor, que aunque siempre es la misma, resulta simpática por la variedad de formas en que se presenta.
Quiero referirme á Isidro Sánchez, el ya popular orador cinematográfico. Procede Sánchez de la casa madrileña del señor Gimeno implantador del cinematógrafo en España.
Allí aprendió los primeros trabajos y ante películas verdaderamente notables hizo los estudios que le impusieron en su trabajo.
En Salamanca ha hecho su temporada; desde que fue inaugurado en el Teatro Liceo el cinematógrafo, él ha tenido á su cargo la parte esplicativa de las películas.
Todas las -noches ha sido constantemente ovacionado por el público que llenaba el teatro; sus chistes ingenuos y la oratoria especial que le distingue le han hecho popular; ciertas reminiscencias de inspiración ha presentado no pocas veces al aplicar las vistas, que á en[…] prestaban, una cierta afición-á “hablar en verso” que su amenidad á su charla.
Sánchez ha sabido crearse con su ingenio, un público que le admira y le distingue y que ha de servirle de mucho para presentación ante los públicos conque ahora se proponga trabajar.
Donde ahora marche muy seguro puede ir que será apreciado, pues este sujeto no es un “orador cinematográfico”, ordinario, é sabe ganarse la vida dedicando las horas libres á ¡a venta de objetos varios.
Sabemos que dentro de unos días se despedirá de nosotros; sinceramente lo sentimos, pero por lo mismo queremos darle desde estas columnas un aplauso entusiasta para que no olvide que en Salamanca se aprecia al hombre honrado y no se abandona al artista, sino que se procura ayudarle en su camino para que pueda llegar al fruto de su labor, al fin de su trabajo.
Y en justicia, esto y mucho más merece el simpático Sánchez.


El castellano, Salamanca, 26 de diciembre de 1906, p. 2.

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