- Détails
- Création : 24 mars 2015
- Mis à jour : 12 mars 2022
- Publication : 24 mars 2015
Antonio DE DIEGO
(actif 1905-1935)
Jean-Claude SEGUIN VERGARA
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Los salones Olimpia
Bilbao
Desde el mes de julio de 1905, R. Bastida, en nombre de la sociedad "Antonio Diego y Cia", empieza las gestiones para poder construir un pabellón provisional para proyecciones cinematográficas en la Gran Via de Bilbao. En el expediente detallado para la construcción de lo que va a ser el Salón Olimpia se indica que el barracón consta de una sala de espectáculos de 13 x 36 metros, de un vestíbulo y de numerosas puertas. En noviembre de 1905, el ayuntamiento autoriza la ampliación con la construcción de un nuevo pabellón retirado 1'20 metros de la línea de fachada. Varios expedientes posteriores (1906-1908) van solicitando algunas modificaciones o adaptaciones.
Santander
Poco después de la inauguración del salón Olimpia de Bilbao, Antonio de Diego abre otro salón Olimpia en el Muelle, núm. 10, que se inaugura el 24 de febrero de 1906.
El Cantábrico, Santander, sábado 24 de febrero de 1906, p. 2.
El Salón Olimpia está instalado en la planta baja del señor Gallo:
Salón “Olimpia”
Esta tarde, a las seis, se inaugurará el magnífico salón Olimpia, que ha quedado instalado en la planta baja de la casa del señor Gallo, en el Muelle.
El local ha sido decorado con muchísimo gusto, y reúne grandes comodidades para los espectadores.
Como los dueños del salón no han reparado en gastos para colocarle en las mejores condiciones posibles, lo que han conseguido, en seguro que muy pronto el cinematógrafo del Olimpia será el punto de reunión predilecta de la buena sociedad santanderina.
La entrada a la función inaugural de esta tarde será por invitación y mañana domingo se darán dos escogidos programas, dando comienzo las funciones a las tres de la tarde.
Deseamos a los señores Diego y Compañía muchas prosperidades en el negocio, y agradecemos la invitación que, para asistir a la función de hoy, han tenido la amabilidad de enviarnos.
El Cantábrico, Santander, sábado 24 de febrero de 1906, p. 2.
Sigue funcionando más allá de diciembre de 1906.
Editor y distribuidor
Antonio de Diego desarrolla también una actividad de editor y de distribuidor. Gracias a unos listados que va difundiendo en los municipios se sabe que dispone de una gran cantidad de películas.
También desarrolla una actividad de editor y su empresa impresiona una serie de cintas cinematográficas.
¿Y después?
En enero de 1907, fallece Emilio de Diego, el padre:
Víctima de larga y penosa enfermedad falleció ayer en Bilbao el señor don Emilio de Diego y Calleja, muy estimado por sus condiciones personales y su laboriosidad.
El señor Diego ejerció en esta capital el cargo de inspector jefe de vigilancia hace algunos años, tuvo establecido en Madrid los "Rayos X" y fundó en nuestra villa el Cinematógrafo y el Café de "Olimpia".
La muerte de don Emilio de Diego ha sido muy sentida.
Reciban sus hijos, hijo político y demás apreciable familia del finado la expresión de nuestro pésame.
El porvenir vasco, Bilbao, lunes 7 de enero de 1907, p. 2.
Siguiendo con sus actividades cinematográficas, Antonio de Diego se lanza en la producción y realización de una película en 1914. Para ello monta una sociedad con José María Vivanco, empresario del teatro Arriaga. El incendio del Teatro Arriaga en diciembre de 1914, donde estaba todo el material para el rodaje, se incendio y eso pone fin a sus ambiciones de productor.
En 1929, es presidente del Montepío cinematográfico del Norte de España:
Montepío cinematográfico del Norte de España
[...]
En la gran asamblea celebrada en el Coliseo Albia, no podían faltar, como así fue, en efecto, nutridas representaciones de todos cuantos componemos esta gran familia cinematográfico-teatral; señores gerentes de teatros y cines, empleados, viajantes, operadores, electricistas del gremio, porteros, acomodadores, músicos, taquilleros y tramoyistas. Puesta a votación la candidatura presentada para nombrar la primera Junta Directiva, ésta quedó constituida, por aclamación, así:
Presidente, don Antonio de Diego; vicepresidente, don César Alba; contador, don Manuel de Diego; tesorero, don Lucio Urizar; secretario, don J. Cruz Ramiro; vocales: señor Villaamil, señor Arche, señor Rodríguez, señor Álvarez, señor Eguilata y señor Salcedo.
Las profesiones de estas personas son: empresarios, alquiladores, gerentes o representantes, un músico, un periodista y un empleado. Tienen, pues, voz y voto en la Junta directiva, todos los ramos y profesiones del espectáculo.
Hecha, pues, la presentación de las personas que componen esta benemérita Junta directiva, sólo nos resta esperar la labora que ésta habrá de desarrollar y que, a no durar, ha de ser ímproba e ingrata. Para ayudarla en cuanto nos sea posible, para aportar nuestro granito de arena y para darla los alientos que, sin duda alguna, habrá de necesitar, aquí estamos.
El Nervión, Bilbao, sábado 9 de marzo de 1929, p. 3.
En 1930, se dedica a la comercialización de los Proyectores Zeiss-Ikon.
El noticiero bilbaíno, Bilbao, domingo 23 de marzo de 1930, p. 11.
En 1935, sigue desarrollando sus actividades:
Ha sido nombrado distribuidor para el Norte de España de la Compañía Industrial de Films (C. J. F.) y
Edición Cinematográfica Española (E. C. E.) nuestro distinguido amigo don Antonio de Diego.
Nuestra enhorabuena.
El noticiero bilbaíno, Bilbao, 6 de agosto de 1935, p. 2.
Fuentes
El cine en Bilbao
[...]
1905. - Precursores. -Primeros intentos de producción. - De cómo pudo desviarse la trayectoria artística de la Argentinita.
Hace un poco más de veinticinco años, en 1905, don Antonio de Diego - actual gerente de la casa Verdaguer en Bilbao - apenas si por su edad era "Antoñito" de Diego, pero ya por su perspicacia y por sus iniciativas, se
hacía acreedor no al "don" que tan generosamente se le aplica a todo el mundo, sino al "excelentísimo señor".
Y, naturalmente, adornado de estas cualidades, supo adivinar que en aquel espectáculo de barraca que era entonces el cine, había un espléndido porvenir y un magnífico negocio a realizar.
Vió cómo en Barcelona, Farrusini y el fotógrafo Napoleón ganaban exhibiendo y explicando aquellas ingenuas películas primitivas y contagiando su entusiasmo al que andando el tiempo había de convertirse en hermano político- suyo, decidieron levantar un edificio destinado exclusivamente a las proyecciones cinematográficas, dignificando de esta manera, lo que hasta entonces no era más que un número de feria.
Tal fué el origen del Olimpia, que aún se alza en la Gran Vía de López de-Haro.
Pero esto no era bastante a sus ambiciones y, espíritu emprendedor a la par que artista (en Bilbao, le llaman "el último .romántico"), trata de convencer a sus múltiples amigos para que, interesándose en el negocio, coadyuven con su dinero al auge de la cinematografía, Pero éstos, que se ofrecen gustosos para cualquier otro negocio, estiman que el de las películas es cosa de "barraqueros" y queda abandonado a sus propios. esfuerzos.
No se desanima y visita París, Austria, Bélgica, etc., en busca de novedades y, sobre todo, tras de una patente austriaca de cine en relieve, que no resulta más que un indecoroso camelo.
Pero aún no ceja, y allá por el año 14, creyendo haber encontrado el verdadero camino; se decide a convertirse en productor de películas, de las que él será el director, constituyendo sociedad con su amigo don José Maria Vivanco, empresario, por aquel entonces, del teatro Arriaga.
Ya está todo dispuesto. Hecho el argumento, hecho el guión, elegidos los personajes.
Se han comprado un Pathé y un Erneman, y para protagonista se ha designado una artista que actúa en Arriaga, y cuyo nombre ha de llegar a tener una mundial resonancia como estrella de las frivolidades: Encarnación López "Ia Argentinita".
Pero don Antonio de Diego, que como nuestra invencible escuadra luchaba contra los hombres y no contra los elementos, encontró en su camino al más temible de todos: al fuego.
En la madrugada del 22 de diciembre de 1914, un voraz incendio redujo a cenizas el teatro Arriaga poco después de terminada la función nocturna y, aunque no hubo desgracias personales que lamentar, las pérdidas materiales fueron importantísimas, pues no hubo medio de salvar ninguno de los objetos que había en el edificio.
Y entre ellos se hallaban el Pathé y el Erneman que don Antonio adquiriera con tanta ilusión.
De no ocurrir el siniestro, ¿quién sabe si "la Argentinita" sería hoy una de las estrellas universales de la Pan talla?
Pero don Antonio de Diego, profundamente afectado por la desgracia, sintió que su ánimo flaqueaba, y aunque más tarde había de volver a ocuparse en negocios cinematográficos -siquiera fuese dedicando sus actividades a otras manifestaciones del asunto-, abandonó Ios proyectos de editar películas, pensando que, acaso, sus amigos no estaban desacertados al reirse de tal negocio.
("¿Por qué has dudado, hombre de poca fe?")
Este fué el primer intento de "hacer cine" en Bilbao, presidido por un fatal augurio capaz de infundir pavura a los que se dejan alucinar por supersticiones y presentimientos.
ANGEL ANTEM.
Popular Film, Barcelona, 14 de noviembre de 1929, p. 11., Barcelona, 14 de noviembre de 1929, p. 11.
