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Los cuadros ofrecidos a la contemplación del público son de lo más perfecto en su género y agradaron sobremanera en primer término los que representant la vida y hechos de Napoleón I y el Viaje a Roma, verdadera ilusión en virtud de la cual el espectador cree ser transportado en ferrocarril a la Ciudad Eterna cuyos monumentos contempla después sobresaliendo las vistas del Papa León XIII y de la Corte pontificia. Diario de Huesca, Huesca, jueves 26 de noviembre de 1903, p. 3.
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